7 de abril de 2015

De caminos y km recorridos

Giro la llave y el sonido familiar del motor me devuelve al mundo.
La música me envuelve entre las ventanillas de mi pequeño refugio.
Las colinas, los paisajes, voy dejando atrás los parajes
por los que atravieso pensando en mi lejano mundo paralelo.

Miro al asiento de atrás, Sancho hace días que se fue por tabaco,
y el vacío del copiloto me recuerda que Dulcinea se fue con otra.
Dulcinea era lesbiana? Qué cosas! nunca deja de sorprenderme
este mundo cruel que adormece poco a poco mis ganas de vivir.

Molinos de fuego rojo y ámbar detienen mi marcha a veces,
otras tengo que parar para dar de beber a mi caballo,
14 maravedíes por un litro de agua? truhán! eso es un robo,
mas el vil bellaco algarrobo siempre me consigue timar.

Sigo mi marcha, con paso tranquilo y mirada distante,
que el presente hace tiempo que me dejó de interesar.
Tan sólo un futuro incierto consigue en mí despertar
las ansias de continuar con este pesado viaje.

Caballero andante, que el caballo no sé dónde lo dejé.
Quizás junto a la cordura que alguien dijo que tuve una vez.