9 de noviembre de 2015

Creisicura

Me miras, de abajo a arriba. Sonríes coqueta y traviesa suspiras. Y mi garganta se atraganta al intentar tragar saliva.

Te pido de rodillas, luna no te vayas. Alumbraré la noche a ese corazón desilusionado a veces maltratado...

Respira. Respira hondo. Mientras te acercas taconeando a tu paso un millón de fantasías. Mis pupilas reflejan tu mirada divertida.

No te perdonaré si me dejas solo con los sentimientos que pasan como el viento y lo revuelven todo. Y me vuelven loco...

Tu hombro desnudo acompaña elegante a tu brazo cuando lo levantas para tomar mi mano. Y la posas en tu cadera, tomandome la otra y posándola en tu espalda. Firme, decidida, confiada. Sabiendo que has ganado antes de empezar. El mundo se congela nuestro alrededor. No existe nada más allá del abismo de tus ojos y del mar de tu perfume.

Loco por besar tus labios sin que quede nada por dentro de mí, diciéndotelo todo...

Intento hacer acopio de recuerdos y experiencias vividas para hacerte frente. Pero teniéndote enfrente todo se complica. Y de repente, el mundo vuelve a girar y de fondo la música nos inspira. Alguien o algo usurpa nuestros cuerpos y somos espectadores de nosotros mismos. Bailando despreocupados, entre risas cómplices.

No te perdonaré si me dejas por dentro con ese dolor, no te perdonaré...

Y por primera vez en mucho tiempo tengo mucho más miedo del contacto emocional que del físico. Por que me has tocado muy por debajo de la piel. Y sé, desde antes de que empezara a sonar la canción, que cuando acabe dejarás de ser mía. Que esto es un instante fugaz que recordaré a fuego.

Que al llegar la aurora no me digas adiós, no dejes ir el llanto de tantas canciones...

 
Nuestras caderas se acompasan entre ellas y los acordes intentan seguirlas, pero no pueden. Unidas pero separadas por un fino milímetro de pudor, de no dar ese último paso y lanzarse a la vorágine del deseo. Mi mente imagina qué habría pasado si esto hubiese pasado hace tiempo y no ahora. Cómo de distintas serían las cosas.

Por tantas promesas que se van volando que me vuelven loco...

Nuestras piernas terminan de tejer el encaje de muslos y tobillos, de rodillas y pies, jugando a las cuatro esquinas en una baldosa, mientras la canción da los ultimos estertores, agonizando. Como el momento que acabo de vivir.

Ay ay ay ay…



Por fin tu cabeza se levanta de mi hombro y nuestros cuerpos se despegan. Y sólo cuando separas tu pecho del mío, me doy cuenta del calor que me transmitías y descubro el hielo que llevo dentro. Y de nuevo me miras. Pero me miras diferente. Porque ya no soy el mismo. Y una luz brilla en el fondo insondable del oceano de tu mirar.

Y yo, tan sólo puedo pedirte de rodillas, Luna no te vayas...

31 de octubre de 2015

1. adj. Craso, gordo, mantecoso. 2. adj. Abundante, copioso, fértil.

Pingües palabras, pingües, pingües...

Pingües y vacías, si las escupen los charlatanes, los políticos, los que intentan llenar con su voz el propio vacío de su alma. Los que no tienen nada que decir, y precisamente por eso son los que más pingües bocas llenas de estiercol poseen.

Pingües y fugaces amores, los de primavera. Pingües risas histriónicas compitiendo entre sí, memento mori, porque no sabemos qué nos traerá el mañana. Y ante el miedo de la incertidumbre, la certeza de la felicidad que se desvanece entre los dedos.

Pingües beneficios los que buscan aquellos que no saben lo que realmente tiene valor. Pingües billeteras pariendo compras estériles, embotadas en un adormecimiento que les consume.

Pingües aquellos que odian sin razón, por una camisa abierta, por un pasado enrejado, por que juzgar siempre es más fácil que ser juzgado. Pingües jueces que son a la vez, verdugo y jurado.

Pingües sueños tienen los que sueñan y no los persiguen. Los que se sientan a esperar que su tren venga, porque andar hasta la estación es demasiado duro, demasiado aburrido, demasiado difícil.

Pingües y tontos humanos, cada uno siguiendo su propia senda sin marcas, sin señales ni rumbo. Y en un mundo de pingües borregos, pingües son los caminos que acaban, pero más pingües son aquellos que nunca llegan al final.

25 de septiembre de 2015

Hoy hace 6 años...

Todos tenemos un clic. Un momento en la vida en el que somos plenamente conscientes de que hemos cambiado para siempre. Que nuestra forma de mirar el mundo y vivir es otra, y que nunca volverá a ser la que fue.

El mío más que un clic fue el ruido de un motor que empezó a chirriar, a hacer sonidos raros, a expulsar demasiado humo que no me dejaba ver, hasta que me estrompé contra un muro y el ruido se transformó en un silencio desolador.

Y ahora miro hacia atras con una mezcla de tristeza, melancolía y un profundo cariño a esa persona que era hace 6 años. La que fue la materia prima que se convirtió en lo que soy hoy. Una foto, una palabra, un beso... todos tenemos nuestros clics. Y cuando suenan de fondo, James se convierte en Bond.
____________________________________________________________________

Son las 3 de la mañana y tengo clase a las 8, pero no puedo dormir. Evidentemente no es el primer día que me pasa. Llevo desde el primer día planteandome cada segundo si ha sido una buena idea venir aquí. Por muchas cosas, pero sobre todo por ti. He tenido varias veces ganas de tirar la toalla, de mandarlo todo al carajo. Pero hay una persona que me enseñó que aún en los momentos malos, lo que hay que hacer es apechugar y seguir estudiando. Me enseñó eso y muchas otras cosas.No sabes cuanto me está costando escribir esta carta, porque sé que probablemente será la última. Cada línea es una herida y cada punto una gota de sangre. No quiero hacerte más daño. Si he intentado recuparte estas semanas ha sido porque pensaba que estaba haciendo las cosas bien y que no estabas pasándolo mal. Pero parece que me equivocaba. Sea como sea, yo ya no quiero seguir así tampoco. No puedo estar pensando en tí día y noche, llamarte mil veces cada día, y tener que esperar una semana para oir tu voz.

No puedo llevar más de dos meses esperando a que llegue el día en el que me digas que añoras mis besos, para encontrarme a los 3 días que ya no es así. No puedo seguir albergando la esperanza de que todavía me quieres para que esas esperanzas me hagan todavía más daño. Esto hace tiempo que dejó de ser sano. Supongo que yo tengo la culpa por intentar recuperarte, pero ha llegado un punto en el cual ya no tiene ningún sentido seguir. Por mucho que te quiera, y por mucho que me hayas querido tú o todavía me quieras. No quiero que pienses que ya no quiero saber nada de tí, porque te estarías equivocando totalmente. Sigues siendo la persona más importante del mundo para mí, pero ahora no puedes seguir así.

Tal y como yo lo veo tienes dos opciones: aferrarte a mi o poner una coraza entre tu y yo. De la primera solo te puedo decir lo que creo que ya sabes. Te quiero y quiero estar contigo. Cuando dijiste que quizás vendrías a visitarme antes de empezar el curso, me dió un vuelco el corazón. Daría lo que fuera por tenerte delante, aunque solo fuesen 24 horas. Me pegaría uno y mil días en tren por estar contigo. Por pasear a tu lado, por ver tu sonrisa. Sé que el que yo esté aquí tiene muchas cosas malas, pero creo que alguna también buena. 


Sobre la coraza, no sé. Solo sé que si que la gente murmure y te vaya con cuentos te afecta, yo no puedo hacer nada. Me parte el alma pero no puedo hacer nada si ya no confías en mí. Solo en tu mano está el pasar de ellos o conseguir que no te afecten. Esperaba que eso acabase algún día, pero parece que no es posible. Así que aquí hemos llegado.

Si todavía me quieres como creo que me quieres, París te espera y yo el primero en la estación, porque en cuanto bajaras del tren te iba a comer a besos. Ten valor, deja de lado el pasado, deja de lado esa ciudad y sé feliz en mis brazos. Si no es así, o no puedes hacerlo, desapareceré. Pero yo no voy a seguir viviendo con la angustia de escuchar el telefono una y otra vez y no saber que pasa al otro lado. Ya no más. No porque sufra, sino porque ya no se si es lo correcto. Ya no se si es lo mejor para tí. Y eso me mata. Ya no se si puedo prometerte un futuro en el que seas feliz. Solo tú puedes saberlo, y solo tú puedes decidir. Pero si ya no hay un mañana y esto es todo lo que nos queda, me gustaría que supieras que lo siento, y que te he querido como nunca he querido a nadie y como creo que nunca lo voy a volver a hacer.

Y seguiré esperando un mañana, pero se acabarón las flores, se acabarón los bombones, las postales, las cartas. Te seguiría regalando cosas y sorprendiendo si por mi fuera, pero no puedo hacerlo. Porque no quiero que nos engañemos, tal y como estamos ahora solo van a hacernos daño. El día en el que dejen por fin de hacerte daño los chismes y demás, volveré a tu lado, de una u otra forma. Como amigo o como pareja. Pero hoy solo me queda despedirme. Adiós mi vida, cuidate mucho.

29 de julio de 2015

Astros celestes

Son hermanas, aunque no compartan padres. Porque aunque ellas también lo crean, como tantos otros, la sangre no hace a los hermanos de sangre. Porque comparten un mismo pasado sin haberse conocido.

Ambas encontraron el amor pronto, demasiado pronto, y lo perdieron en un mar de adolescencia, dudas y hormonas. Pero ambas supieron volver a puerto a través de la tempestad y regresar a Ítaca a por su Ulises. Son hijas de otro tiempo. Tiempos antiguos. Tiempos mejores. Cuando el honor significaba algo y la integridad era algo más que una casilla a marcar en el linkedin.

Las unió un sitio tétrico gobernado por un cínico cansado de la vida que sólo a veces se quitaba la máscara y les recordaba que había un mundo mejor, más allá de noches llenas de alcohol, de música ensordecedora y de una más que cuestionable compañía.

Son el Yin y el Yang. Irene es la luz del sol, que brilla con un destello cegador sobre un lienzo puro, lleno de vida. Es la historia de un pueblo en llamas, en el que no le quedó otra que coger un palo en el suelo y pelear por defenderse y sobrevivir, igual que todos los que le rodeaban. Pero acabó triunfando en un páramo desierto y floreció esplendorosa reverberando savia nueva. Es imposible no contagiarse de su espíritu cuando esta cerca. Es la flecha que dejó de mirar atrás y sólo entiende de seguir adelante.
 
Marta es melancolía: la luz de la luna sobre una sábana de oscuridad salpicada de estrellas. Es el cuento de los mil y un sueños. Quien sabe, quizás en un principio también fue una enorme esfera brillante, pero fue dejando un poquito de esa luz en cada decisión que tomaba. En cada "y si". Y cada vez que vuelve la cabeza, y ve la estela de posibles que nunca fueron, los alimenta un poquito más y brillan con más fuerza. Por eso es tan hermosa, porque no se entiende la noche sin luna, pero tampoco sin estrellas.

Pero como el Taijitu, cada una tiene un poco de su opuesto. Y cuando Irene flaquea, y se convierte en Marta, Marta se transforma y se convierte en Irene. Y juntas siguen complementándose.





27 de julio de 2015

Buscar y rebuscar








7 de abril de 2015

De caminos y km recorridos

Giro la llave y el sonido familiar del motor me devuelve al mundo.
La música me envuelve entre las ventanillas de mi pequeño refugio.
Las colinas, los paisajes, voy dejando atrás los parajes
por los que atravieso pensando en mi lejano mundo paralelo.

Miro al asiento de atrás, Sancho hace días que se fue por tabaco,
y el vacío del copiloto me recuerda que Dulcinea se fue con otra.
Dulcinea era lesbiana? Qué cosas! nunca deja de sorprenderme
este mundo cruel que adormece poco a poco mis ganas de vivir.

Molinos de fuego rojo y ámbar detienen mi marcha a veces,
otras tengo que parar para dar de beber a mi caballo,
14 maravedíes por un litro de agua? truhán! eso es un robo,
mas el vil bellaco algarrobo siempre me consigue timar.

Sigo mi marcha, con paso tranquilo y mirada distante,
que el presente hace tiempo que me dejó de interesar.
Tan sólo un futuro incierto consigue en mí despertar
las ansias de continuar con este pesado viaje.

Caballero andante, que el caballo no sé dónde lo dejé.
Quizás junto a la cordura que alguien dijo que tuve una vez.

27 de febrero de 2015

De historias robadas

Esta es prestada, pero la he encontrado guardada rebuscando entre textos antiguos. Y creo que ha pasado el tiempo suficiente para subirla.

_______________________________________________________________________________

Ella estaba sentada frente a mí, sujetando entre sus manos una taza de té humeante que le empañaba los inmensos cristales de las gafas. Con su rostro infantil que siempre me hacía pensar que era una niña, aunque supiera que hacía mucho tiempo que ella había cambiado. Sólo las mangas subidas hasta la mitad de la palma le permitían asir la taza incandescente sin emplear el asa, que apuntaba hacia mí. El vapor hacía que las gafas se le deslizaran por su nariz a lo que inmeditamente le sucedía uno de sus tics favoritos: inclinaba la cabeza hacia delante, como para ocultar el rostro, y su índice derecho acariciaba la nariz desde la punta hasta recolocar el puente de las gafas en su sitio. Siempre me pareció que lo acompañana de un sonrisa furtiva, pero nunca pude comprobarlo. A continuación recogió un mechón rebelde de pelo rojizo que huía de su gorro gris de lana, y siguió hablándome:

Lo que me ha sorprendido es mirarme y encontrarme cicatrices, eso significa que has salido del cascarón y me gusta. El saber que a pesar de haber recibido golpes, he seguido aferrandome a mi decisión.

Me he dado cuenta que lo más importante es curarlas poco a poco, que precisamente en eso consiste vivir, en cicatrizar: s
i nunca has tenido una herida profunda es que no vives con la suficiente intensidad.
O vibración, llámale como quieras. No se por qué, pero en mi cerebro revolucionado, a ratos confuso, tras meses de convivir con la ansiedad, aprendí que hay que quererse a uno mismo para dar el primer paso hacia la felicidad.

Gracias a eso, a pesar de que suena egoísta y antes me habría sentido culpable, ahora lo veo todo mucho más claro. Increíblemente cerca, al alcance de mi mano.

Renunciar a compararte, aceptarte en cada momento presente, queriendote incondicionalmente y tratando de estar en calma.

Lograrás, a través de ese amor propio, que todo lo demás fluya: los besos de verdad, los abrazos de verdad, los buenos ratos...


...si no, estás perdido.
Y entonces volví a mirarla a los ojos, y observé como el último atisbo de inocencia pueril de sus ojos brillantes se desvanecía.

30 de enero de 2015

De políticos y políticas

Intentaré ser breve en la medida de lo posible, porque el tema da para mucho.

Debatía el otro día con unos compañeros exiliados en Alemania, sobre las dificultades de votar desde el extranjero. Dejando a un lado los debates sobre:

A) Si deberían votar en España o no personas que estan viviendo, trabajando, cobrando y cotizando en el extranjero (si no son ciudadanos de pleno derecho en Alemania, en algún lado tendrán que poder ejercer el cacho que les falte).

B) Las dificultades del proceso logístico del voto por correo en el extranjero, las trabas administrativas inherentes al proceso (y las no tan inherentes debido a intereses externos) y el eterno compromiso coste/derecho por cada ciudadano.

Me gustaría comentar que la conversación cambió de rumbo cuando alguien dijo que no iba a votar. Así de claro. No por las molestias, trámites, el tener que pedir vacaciones etc. Dijo que no iba a votar porque no creía en el sistema, ningún representante político le gustaba, etc.

No es la primera vez que oigo este discurso. Me pitan los oídos cada vez que oigo que alguien dice que el sistema está corrupto. De corrupción ya he hablado alguna vez, pero basta decir que considero que cada sociedad tiene los políticos que se merece. Aquello de que "los políticos son el espejo de la sociedad". Manido lugar común que no por ello es menos cierto.

Los políticos apestan. Pero me parece infantil a estas alturas mirarse en el espejo y no reconocerse. Quejarnos de los iconos que nos "impone" telecinco, Belén Esteban ganando 7.000€ diarios por estar en una casa. Y no admitir que esa señora se los gana cada vez que alguien habla de ella, hace un chiste, escribe un tweet o la cita en un blog. Es inmaduro no devolver la mirada a la persona que vemos en ese espejo, y admitir que nos damos, digo bien, nos DAMOS asco.

Y ese es el primer paso. Si te ves gordo, vete al gimnasio. Pero para dar ese primer paso hay que quitarse la venda de los ojos.

El sistema es corrupto! La democracia no funciona! Oiga usted, el sistema está corrompido por el usuario, que de fábrica funciona perfectamente.

Me ha entrado un virus en el ordenador!!! Seguro que no ha tenido nada que ver el que hayas instalado 359 programas dandole que "sí" a todo sin pararte a leer, sin investigar un poco, sin prestar atención.

Es que no hay ningun partido que represente mis ideas!! Te has parado un segundo a definir cuales son tus ideas? Las que si mañana mismo te dieran el poder de dirigirte a 40 millones de personas, las defenderías a capa y espada?

Es muy fácil quejarse de algo y no hacer nada para cambiar las cosas. Escribir un blog no solucionará el mundo, pero creo que intentar hacer que la gente reflexione durante un par de minutos merece la pena.

Nadie dijo que fuera bonito, ni fácil. La democracia es preciosa cuando se cuida cada día y se lucha por ella. Pero no esperes llegar a tu jardín después de 3 meses de vacaciones y encontrartelo verde y florido. Estará lleno de matojos y de malas hierbas. Ya lo decia Burke: All that is necessary for the triumph of evil is that good men do nothing.

Siempre he pensado que la gente que no vota lo hace para tener una red de seguridad a la que aferrarse. Si el que gobierna lo hace bien, ellos encantados. Si lo hace mal, siempre podrán decir "yo no le voté". El comprometerte con algo, aunque no estés al 100% de acuerdo es lo que cuesta. Decía la madre de un amigo: conseguir cosas en la vida es fácil. Saber lo que realmente quieres es lo difícil.

Por eso siempre he pensado que no votar es de cobardes.